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En el post de hoy vamos a presentar una medalla inédita en todos los catálogos de medallas militares. Se trata de la Medalla de la Defensa del Vendrell, otorgada a los voluntarios de la Milicia Nacional del Vendrell durante la Tercera Guerra Carlista.

Introducción

Pero para empezar, situémonos. El Vendrell es una villa, capital de la comarca del Baix Penedès, al norte de la provincia de Tarragona, a 30 km. de Tarragona y a 60 km. de Barcelona. Actualmente, cuenta con una población de 36.000 habitantes, por los casi 6.000 mil que tenía en la época de la Tercera Guerra Carlista. Desde la época romana ha sido un nudo de comunicaciones entre las rutas del interior de Catalunya y las de la costa, convirtiéndola en un importante centro de comercio y, por ende, de tradición liberal.

La Tercera Guerra Carlista

La Tercera Guerra Carlista fue una guerra civil que tuvo lugar en España entre 1872 y 1876. El pretendiente Carlos VII se levantó contra el gobierno de Amadeo I de Saboya. Una insurrección en Barcelona, rápidamente sofocada, fue la mecha que prendió en diversos puntos de Catalunya, el País Vasco y, en menor grado, en otros puntos de España.

Retrato del pretendiente Carlos VII.

Retrato del pretendiente Carlos VII.

El ejército de Catalunya y Centro los mandaba como generalísimo Alfonso de Borbón y de Este, hermano menor del pretendiente Carlos VII. La comandancia general del principado de Catalunya recaía sobre el teniente general Rafael Tristany, cuyo ejército contaba con dos divisiones. La primera, que actuaba en el territorio que comprendía las provincias de Barcelona y Girona, estaba al mando del inefable mariscal de campo Francesc de Savalls. La segunda división se movía por las provincias de Lleida y Tarragona y estaba comandada por Francesc Tristany, y estaba compuesta por la tercera brigada, al mando del brigadier Ramón Tristany, y la cuarta, al mando del coronel Josep Moore, que es la que actuaba alrededores de Vendrell (1).

Al principio de la guerra, en Catalunya, las partidas carlistas no tenían la suficiente fuerza como para ocupar permanentemente muchas ciudades a la vez. Así que tras la ocupación de Berga (al norte de la provincia de Barcelona), el resto de acciones que realizaban apenas pasaban de ser ratzias, en las que saqueaban poblaciones, algunas de la importancia de Manresa y, sobre todo, se dedicaban al secuestro de alcaldes de poblaciones que se mostraban claramente hostiles. Algunos de éstos fueron acciones realmente audaces, como los secuestros de los alcaldes de Badalona o Igualada.

El 3 de diciembre de 1873 le tocó el turno al alcalde del Vendrell, Isidre Gay i Calbó. Las circunstancias del secuestro no están claras. Pero al parecer se encontraría en un almacén de la playa de San Salvador cuando fue identificado por una partida carlista, que se lo llevó a la población de Albinyana, donde se encontraba en ese momento el coronel Moore. Pidieron un rescate de 7.000 duros, a pagar en dos plazos, además de la destrucción de las torres de defensa que rodeaban El Vendrell. Poco después de hacerse efectivo un primer plazo de 5.000 duros, el 13 de diciembre Isidre Gay fue liberado.

Semanas más tarde, a pesar de continuas reclamaciones, ni el alcalde ni el Ayuntamiento se avienen a pagar el segundo plazo acordado. Están seguros que los carlistas no tienen la suficiente fuerza para entrar en Vendrell, que no solo mantiene intactas sus torres defensivas, sino que incluso se ha puesto a construir otras nuevas, hasta llegar a un total de trece. Además, creen que las fuerzas gubernamentales del brigadier Salamanca llegarán al socorro de la población, que en cualquier caso cuenta con 500 Voluntarios de la Libertad, al mando del teniente coronel José Palacín. Poblaciones cercanas como Vilanova y Vilafranca contaban con numerosos contingentes. Y el cercano Valls era el cuartel general del expeditivo Regimiento Fijo de Ceuta, compuesto por presidiarios de Marruecos, y eran más temidos por los civiles liberales que por las tropas enemigas.

El general carlista Rafael Tristany. Fuente: fototeca.cat

El general carlista Rafael Tristany. Fuente: fototeca.cat

Pero a finales del invierno de 1874, las noticias sobre acciones carlistas en zona del Penedès son cada vez más habituales y, lo que es peor, más audaces, en poblaciones cercanas como Sant Sadurní d’Anoia o Calafell. Tanto es así que muchos vendrellenses deciden abandonar la población y trasladarse a lugares como más seguros, como Barcelona. Camino que tomará, por ejemplo, el propio alcalde.

Los peores presagios se cumplen la madrugada del 3 al 4 de marzo de 1874. Un nada despreciable ejército compuesto de unos tres mil carlistas, junto con doscientos caballos y algunas piezas de artillería de montaña, ataca la población. Está comandado por el mismísimo general Rafael Tristany, secundado por Moore. Asimismo, destaca la presencia de Francisco de Borbón (2). Una a una, las torres de defensa van cayendo ante el empuje carlista, que toma la población en pocas horas. El último baluarte defensivo es la iglesia, donde, además de los milicianos, se han refugiados docenas de civiles. Los ataques son tan feroces como la resistencia. Así que los de Tristany deciden quemarla. Pero en el último momento, uno de los defensores, un destacado miembro del ayuntamiento llamado Pau Serra i Virgili, parlamenta con Moore, le pide clemencia y le recuerda que él ha salvado la vida de dos de sus hermanos, que se veían en circunstancias parecidas a las sufridas por los milicianos y civiles vendrellenses. Moore accede a la petición de Serra y acepta su rendición, sin fusilar a nadie. Suerte que no han corrido los milicianos de algunas de las torres defensivas.

Mapa del Vendrell en la época del ataque carlista, dibujado por el sargento de la Milicia, Josep Gassó i Castells. Conservado en el Archivo Histórico Comarcal del Vendrell.

Mapa del Vendrell en la época del ataque carlista, dibujado por el sargento de la Milicia, Josep Gassó i Castells. Conservado en el Archivo Comarcal del Baix Penedès.

Nunca llegaron las tropas liberales para socorrer la ciudad. La presencia de una tropa tan numerosa, comandada por el propio Tristany disuadió a muchos mandos liberales, que se quedaron en sus casernas. El general Salamanca sí salió de Tarragona, pero sus tropas se vieron detenidas a unos 20 kilómetros de Vendrell, en la población de Torredenbarra.

Al cabo de unas horas, los carlistas abandonaron la población, tras saquearla a conciencia y quemar parte de los archivos locales. Dejaron un rastro de 16 muertos y 50 heridos. El número de bajas entre los carlistas no se determina. La destrucción de la población fue considerable y se tardaron varios años en regresar a la normalidad.

La Medalla de la Defensa del Vendrell

Medalla de la Defensa del Vendrell. Anverso. Fuente: Archivo Histórico Comarcal del Vendrell.

Medalla de la Defensa del Vendrell. Anverso. Fuente: Archivo Comarcal del Baix Penedès.

Desde el año 1876, cada 4 de marzo se conmemoraba la defensa de la población, aunque cada año la celebración era menos efusiva, convirtiéndose al cabo de unos años en un frío acto protocolario. Por ello, llegados al año 1924 las autoridades locales deciden conmemorar el cincuentenario de la batalla por todo lo alto. Desde la prensa local se anuncian homenajes a los caídos en la batalla, así como a los defensores supervivientes, a quienes se entregaría una condecoración en recuerdo de su participación en la batalla.

La celebración se inició el 4 de marzo de 1924 a las diez de la mañana, con una gran concentración de vendrellenses en la rambla, llamada entonces de 4 de marzo, donde se impusieron las medallas a los aproximadamente cincuenta supervivientes, y donde las autoridades locales y un representante del gobierno pronunciaron sendos discursos. Seguidamente, se marchó en procesión hasta el cementerio, donde se descubrió un monumento en memoria a los caídos en tan señalado día (3).

Medalla de la Defensa del Vendrell. Reverso. Fuente: Archivo Histórico Comarcal del Vendrell.

Medalla de la Defensa del Vendrell. Reverso. Fuente: Archivo Comarcal del Baix Penedès.

Las actas del Ayuntamiento señalan:

7 de febrero de 1924 (4): El Sr. Alcalde expone al conocimiento del Consistorio haber surgido entre las fuerzas vivas de esta población la idea de conmemorar el acontecimiento del 4 de marzo con la mayor solemnidad posible, a cuyo efecto se habrá constituido una Comisión organizadora de la indicada fiesta.

Monumento en recuerdo de los caídos en la batalla de 1874 inaugurado en la fiesta de cincuentenario.

Monumento en recuerdo de los caídos en la batalla de 1874 inaugurado en la fiesta de cincuentenario.

26 de febrero de 1924 (5): En la villa de Vendrell a veintiséis de febrero de mil novecientos veinticuatro, reunidos en esta sala consistorial los Sres. Concejales anotados al margen bajo la presidencia del Sr. Alcalde D. Francisco Alsina Marquès (6) (•••) El Sr. Alcalde da cuenta del programa de festejos que se proyectan para la conmemoración del acontecimiento del 4 de marzo de 1874. Enterado el Ayuntamiento por unanimidad acuerda: asistir la corporación a los actos de imposición pública de medallas de plata a los supervivientes del hecho que se conmemora y a la manifestación honrando la memoria de las víctimas de aquella fecha

Los costes de la fiesta serán sufragados por el Ayuntamiento siempre que no excedan de las 500 pesetas.

Fotografiía de los defensores supervivientes en 1924, que son quienes recibieron la condecoración, tal y como se observa en la fotografía. Archivo Comarcal del Baix Penedès, Fondo fotográfico del Vendrell. 1924. Autor: Güixens.

Fotografiía de los defensores supervivientes en 1924, que son quienes recibieron la condecoración, tal y como se observa en la fotografía. Archivo Comarcal del Baix Penedès, Fondo fotográfico del Vendrell. 1924. Autor: Güixens.

La medalla presenta 38mm de diámetro y es de plata. La cinta que se conserva es monocolor, aunque, como bien ha apuntado el Sr. Prieto Barrio, en la fotografía de los veteranos se aprecian dos colores. Puede que se trate de los colores de la bandera del Vendrell, morado y verde.

En el año 2013, la Sra. Montserrat Sala, descendiente de uno de los defensores de la villa, ante lo avanzado de su edad, soltera y sin hijos, ante la posibilidad que un testimonio de tal valor de la historia del Vendrell se pueda perder, dona la medalla al Archivo Histórico Comarcal, junto con el mapa con que ilustramos este blog, y que han permitido recuperar una pieza desconocido de la falerística de la Tercera Guerra Carlista y rememorar un pequeño episodio de nuestra siempre tan movidita historia.

Dramatis Personae
Rafael Tristany i Parera (1814-1899), conde de Aviñón, y uno de los más importantes generales carlistas del siglo XIX. Miembro de una familia de innegociable arraigo carlista, hasta diecisiete familiares suyos participaron en las guerras del lado legitimista, dejando la vida en el campo de batalla cinco de ellos, además de contar con algunos fusilados. De hecho, ninguno de ellos llegó a ver el siglo XX. Rafael Tristany luchó en cuatro guerras y tomó parte en 132 batallas. Recibió las más altas distinciones y condecoraciones, aunque también heridas de diversa gravedad. Tras la Segunda Guerra Carlista, fue a Italia, donde luchó al servicio de Francisco II, rey de Nápoles, contra las tropas piamontesas, pero fue hecho prisionero hasta que fue expulsado a Francia. Residió en diversas ciudades galas, hasta que en 1872 recibe la orden del pretendiente don Carlos para encabezar una de sus divisiones en Catalunya. Acabará la guerra como su general en jefe de toda la región. Pero una vez finalizada, se exilia en Lourdes, donde morirá al cabo de unos años.

Josep Moore i Arenas (Barcelona, 1842 – Altmünster, Austria, 1913). Si bien su familia era de origen irlandés, a los 15 años se traslada a Londres, donde reside su abuela, y se enrola en la marina británica. Al iniciarse la Tercera Guerra Carlista, ya está en Catalunya. Participa en la audaz toma de Reus, de 1872, y poco después pasará al mando de la 2ª División de la Brigada de Rafael Tristany, actuando en la provincia de Tarragona. A medida que se desarrolla la guerra, pasará a comandar fuerzas de Savalls en Girona, con quien conseguirá una Cruz de San Fernando, por sus conspicuos actos heroicos en combate. En 1876, se exilia en Francia, pero ante la noticia que su madre se encuentra gravemente enferma en Barcelona, pacta con las autoridades liberales, entrar desarmado en la Ciudad Condal, con el único objetivo de despedirse de su madre y exiliarse de nuevo después. Pero una vez, ha terminado, es detenido y se le abren veinte causas criminales, por su actuación durante la Guerra Civil. De todas ellas, sale absuelto, normalmente por falta de pruebas, por lo que finalmente, queda en libertad… aunque entre proceso y proceso, se ha pasado cuatro años en diversos calabozos. Marcha a Francia, donde le expulsan, y regresa a Londres, reclamado por el pretendiente Carlos VII. En 1899, es nombrado Capitán General de Catalunya, para que prepare un nuevo alzamiento carlista, que tendrá lugar en el Berguedà y en Badalona en 1900, pero la revuelta se sofoca de inmediato y resulta un sonoro fracaso, lo que provocará su exilio definitivo.

Manuel de Salamanca Negrete (1831-1890). Hijo del Conde de Campo Alange, aunque siguió la tradición familiar e hizo carrera en el ejército, también era licenciado en Filosofía. Durante la Tercera Guerra Carlista, estuvo a cargo a oponerse a Tristany en el Castellón y Tarragona, a quien solo pudo vencer por lo ilimitado de sus recursos. Tras la guerra, se afilió al Partido Constitucional y después en el Partido Liberal, siendo elegido diputado en tres elecciones consecutivas por los distritos electorales de Tortosa y Chelva. En 1883, fue nombrado senador vitalicio y en 1887, Capitán General de Cuba. Allí impulsa una política de apoyo a la colonización de españoles, llegando a fundar tres asentamientos: Reina Cristina, Salamanca y Becerra. Aunque el desarrollo de las colonias fue precipitado y fracasó. No fue este el único punto polémico en el gobierno cubano de Salamanca quien, escandalizado por la corrupción administrativa que se encontró, quiso llevar el máximo de temas de primera mano, por lo que se enfrentó a las élites locales. En uno de sus viajes, contrajo la fiebre biliosa que acabaría con su vida.

Notas
(1) Memorial de Ingenieros, 1877, p. 60
(2) Francisco de Paula de Borbón y Castellví (1854-1942) era hijo de Enrique de Borbón, hermano pequeño de Francisco de Asís de Borbón, marido de Isabel II. Enrique perdió el título de Infante de España, ya que su boda no fue aprobada por Isabel II. Y más adelante perdería la vida en un duelo con el duque de Montpensier. Francisco de Borbón tenía buenas dotes militares, por lo que se alistó al ejército carlista. Pero al terminar la guerra, se unió a las tropas de su primo, Alfonso XII, y fue enviado a Cuba. Paralelamente, reclamó el trono de Francia para sí, tras la muerte del conde de Chambord. Vivía regularmente en España, pero al inicio de la Guerra Civil, tuvo que buscar asilo político en la Embajada de Chile. No tuvieron la misma suerte algunos de sus descendientes. Tres de sus ocho hijos y cuatro de sus nietos, fueron fusilados por milicianos republicanos. Logró llegar a Tolouse, donde viviría sus últimos seis años de vida.
(3) Sabanés y Santacana, 2007, p. 151-153
(4) Libro de actas de Ayuntamiento de 22 de agosto de 1922 a 11 de marzo de 1924. Página 91.
(5) Libro de actas de Ayuntamiento de 22 de agosto de 1922 a 11 de marzo de 1924. Página 95.
(6) Francisco Alsina Marquès fue alcalde del Vendrell entre el 1 de octubre de 1923 y el 2 de septiembre de 1924. Los concejales que firman el acta fueron Magín Bellvé, José Gené, Ramon Olivé, José Ferré, Antonio Català, Juan Jornet, José Viladrich y Cañellas.

 

Bibliografia
BALBOA NAVARRO, I.: Asentar para Dominar. Salamanca y la Colonización Militar. Cuba, 1889-1890. “Tiempos de América”, nº8 (2001), pp. 29-46
BOFARULL I TERRADES, M.: 1874: Entrada dels Carlins al Vendrell. En “Miscel•lània Penedesenca 1984”.
ESTEBAN NIN, R.: El Setge Carlista a la Vila del Vendrell (1872-1874). Editado en Imprenta Ramon. El Vendrell, 2013.
SABANÉS, Anna y SANTACANA, Àngels: L’Abans. El Vendrel, Recull Gràfic 1863-1965
MEMORIAL DE INGENIEROS Y REVISTA CIENTÍFICO-MILITAR, número correspondiente al 15 de abril de 1877.
La Fura, 4 de junio de 2004.
La Vanguardia, 4 de marzo de 1890.
http://www.mcnbiografias.com/app-bio/do/show?key=salamanca-y-negrete-manuel
Agradecimientos a Nati Castejón, directora del Archivo Histórico Comarcal del Baix Penedès, sin cuya ayuda no podría haber completado este texto.