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Los amantes de las órdenes y condecoraciones, incluso, los amantes de la Historia en general, tienen una ineludible visita en París: el Museo de la Legión de Honor y las Órdenes de Caballería.

Está situado en el edificio de la Cancillería de la Legión de Honor y se accede a él por una puerta situada enfrente del Museo de Orsay. Se puede visitar de miércoles a domingo, de 11 de la mañana hasta a las 6 de la tarde y la entrada es gratis.

Entrada del museo.

Entrada del museo.

Si bien, y como es lógico, varias de las salas están dedicadas a las órdenes francesas, por ejemplo, las excelentes salas dedicadas a las órdenes del Antiguo Régimen, como la del Espíritu Santo o la de San Luís (se muestra el suntuoso manto del Gran Maestre de la primera de las órdenes citadas, que da una idea de la pomposidad que deberían tener las ceremonias en las que usaba).

Las salas dedicadas a las órdenes extranjeras, muestran profusión de condecoraciones británicas, rusas y españolas. En derecho premial, se considera que las órdenes más importantes del mundo son el Toisón de Oro y la Orden de la Jarratera, que están excelentemente representadas. Asimismo, se pueden disfrutar de las principales órdenes europeas, americanas, asiáticas y africanas.

Aunque, como siempre, en muchos casos, lo mejor es la historia que hay detrás de cada una de las condecoraciones, mostrándose las piezas que lucieron en su día monarcas como José Bonaparte, Alfonso XIII o Luis Felipe I de Francia, o insignes personajes de la historia como el Toisón de Oro del duque de Wellington, el mariscal Foch, entre otros muchos.

Por si tenéis curiosidad, las condecoraciones de Napoleón Bonaparte se muestran en Los Inválidos, otro museo de infarto, por cierto, que reseñaremos en otra ocasión.

El museo abrió en 1925, gracias al mecenas estadounidense William Nelson Cromwell. Ocupa una de las alas del Palacio de Salm, de estilo neoclásico, construido entre 1782 y 1787 para el príncipe Federico III de Salm-Kyrburg(1). En 1804, el palacio fue requisado por Napoleón para ser usado como Cancillería de la Orden de la Legión de Honor, que, como hemos dicho antes, lo sigue siendo hoy en día.

Paso a mostraros algunas de las fotografías que tuve el placer de realizar(2):

Algunos de los toisones de oro de la exposición, todos ellos pertenecientes a miembros de la más alta aristocracia europea.

Algunos de los toisones de oro de la exposición, todos ellos pertenecientes a miembros de la más alta aristocracia europea.

La Orden de España que perteneció a José Bonaparte.

La Orden de España que perteneció a José Bonaparte.

Barra de miniaturas de Alfonso XIII.

Barra de miniaturas de Alfonso XIII.

Esta espectacular Orden del Mérito Militar formó parte de la colección del financiero y diplomático italiano Antonio Benedetto Spada, uno de los principales pilares sobre el que se sustenta el museo.

Esta espectacular Orden del Mérito Militar formó parte de la colección del financiero y diplomático italiano Antonio Benedetto Spada, uno de los principales pilares sobre el que se sustenta el museo.

La Orden de María Luisa que perteneció a la reina Victoria Eurgenia.

La Orden de María Luisa que perteneció a la reina Victoria Eurgenia.

La Orden de la Jarratera de Luis Felipe de Orleans.

La Orden de la Jarratera de Luis Felipe de Orleans.

Los estados alemanes contaban con bellísimas órdenes, como por ejemplo esta Orden de San Joaquín, del ducado de Sajonia-Coburgo-Saalfeld, que perteneció a Horatio Nelson.

Los estados alemanes contaban con bellísimas órdenes, como por ejemplo esta Orden de San Joaquín, del ducado de Sajonia-Coburgo-Saalfeld, que perteneció a Horatio Nelson.

No podría faltar un magnífico ejemplar de un Pour le Mérite prusiano.

No podría faltar un magnífico ejemplar de un Pour le Mérite prusiano.

Una curiosa verisón de la Orden del Espíritu Santo.

Una curiosa verisón de la Orden del Espíritu Santo.

En el museo, también podemos pareciar algunas joyas curiosas, como este bracelete de oro y piedras preciosas que Leopoldo II de Bélgica regaló al célebre explorador Henry M. Stanley.

En el museo, también podemos apreciar algunas joyas curiosas, como este bracelete de oro y piedras preciosas que Leopoldo II de Bélgica regaló al célebre explorador Henry M. Stanley.

En fin, una pequeña muestra de imágenes que espero que os hayan gustado.

Para más información:

http://www.musee-legiondhonneur.fr/00_koama/visu_lh/index.asp?sid=320

Nota:

(1) Federico III, príncipe de Sal-Kyrburg, Hornes y Overjise y conde de Solre-le-Château (1745-1794), era heredero de algunos de los más importantes títulos nobiliarios de los Países Bajos. Si bien pasó su infancia y juventud en la corte francesa, su vida adulta la pasó liderando las tropas de la República Holandesa. Hasta que en 1787, los prusianos la invadieron y Federico hubo de huir, terminando su periplo en el París revolucionario. Fue detenido, juzgado y condenado por el Comité de Salud Pública y guillotinado en la plaza de la Concordia el 23 de julio de 1794, junto con varios nobles, entre ellos el célebre Alexandre de Beauharnais. Cinco días más tarde, caía Robespierre.

(2) Todas las fotografías han sido realizadas por mí.